Casi tan preocupante como lo que se sabe sobre los neonicotinoides es lo que no se sabe. Se dispone de poca información sobre las cantidades de pesticidas sistémicos que se emplean, así como de estudios sobre la concentración de neonicotinoides en el ambiente. En los lugares donde se han realizado estudios se detectan a menudo neonicotinoides y fipronil.
- No se ha investigado la toxicidad en la mayoría de los organismos. Esto es, sólo se han realizado ensayos de toxicidad en cuatro de las aproximadamente 25.000 especies conocidas de abejas, y apenas ha habido estudios de toxicidad en otros grupos de polinizadores como los sírfidos o las mariposas.
- La toxicidad en vertebrados (tales como aves y mamíferos granívoros que tienden a ingerir semillas tratadas) sólo se ha estudiado en un puñado de especies.
- Los efectos subletales no se han estudiado en la mayoría de los organismos, aunque se sabe que son profundos en las abejas. En las pocas especies sobre las que se han realizado estudios, se ha encontrado que las dosis no letales de estos compuestos neurotóxicos tienen, en general, efectos adversos sobre la conducta en dosis muy por debajo de los que causan la muerte.